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oct 16Gustado por Lucas Heili

Hay veces que leemos un escrito y tenemos la sensación de que podía haberlo escrito uno mismo. Eso me ha pasado con este post. Concuerdo con lo que comentas. Debemos caer en la autocomplacencia? Claro que no, hay cosas que van mal, y evidentemente son cosas que mejorar. Pero tampoco debemos caer en la hipocresía, al final seguramente como dices la mayoría elegiríamos vivir esta época que otras pasadas. La abundancia de bienes, el ocio, las condiciones y oportunidades laborables, la disminución de la pobreza, la actual prosperidad económica, la libertad, igualdad y demás derechos fundamentales que se tienen en Occidente... Todo eso son razones para estar orgullosos.

Por otro lado, me gustaría bucear en lo que comentas sobre el Estado. Es bueno o malo? Bueno, creo que ni una ni la otra. Debemos tener en cuenta que el Estado está dirigido por personas, que tienen intereses, les mueven determinados incentivos, eligen en función de sus expectativas sobre el futuro y les afectan las mismas pasiones que al resto. Son individuos, algo que parecemos olvidar cuando vemos la política, la sociedad o la economía desde una metodología holística. Si es cierto que el Estado es un agente fundamental, tiene la labor de hacer cumplir la ley, de organizar el conjunto de instituciones políticas y económicas que favorezcan la prosperidad y el crecimiento económico y debe velar por la seguridad de los ciudadanos. Pero por otro lado, existe el problema de la extralimitación de sus funciones, que es una visión que creo que compartimos. ¿Por qué me gusta recalcar la importancia de limitar el poder estatal y la existencia de unos importantes contrapesos? Porque la arbitrariedad del poder es mucho más peligrosa que cualquier influencia que otros (p.e. grandes corporaciones) pueden actuar sobre nosotros. Por ello es fundamental que el pueblo este a salvo del riesgo de que el poder se torne arbitrario. Por eso la degradación de la democracia nos perjudica, puesto que el control democrático es un contrapeso fundamental en los Estados modernos.

Considero también que, salvo en determinadas circunstancias, los individuos son los que mejor comprenden como utilizar los medios a su alcance para conseguir sus fines. Como organizar sus recursos y su riqueza para obtener aquello que su esfuerzo y trabajo les permita. Porque como consideraba Hayek, cuánto más espacio tiene el Estado de planificación, más difícil se le hace al individuo su planificación. Y ya advirtió que la libertad económica precede a la política, por eso es tan importante vigilar la creciente planificación económica de muchos Estados occidentales...

Por último, pero no menos importante, muchas gracias por recomendar mi trabajo. Lo siento como un verdadero apoyo a mi trabajo y te lo agradezco. Un placer leerte como siempre Lucas.

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Hola Ménez, por supuesto, no pensaba dejarte sin respuesta.

En mi opinión, como comentas, una de las grandes problemáticas que presenta el Estado, es que siempre será tan bueno como las personas que lo conformen. Y suele ser un sistema que no compensa al más meritorio, sino al que tiene más destreza para colocarse en situaciones de poder. Si a eso le sumamos que es un ente con el monopolio de la fuerza, y capacidad legislativa, si se le otorga más poder del que (según el criterio de los liberales) necesita, terminas con un aparato enormemente poderoso con potencial de manipular y cercenar las libertades del individuo.

Con respecto al individuo, este es posiblemente el principio central del pensamiento liberal, al que me adhiero fuertemente. Considero que no hay nadie mejor que uno mismo para llevar a cabo los proyectos de vida de cada individuo, y se me hace tremendamente injusto presuponer lo contrario. Aunque si, considero que hay excepciones. De todas maneras, tampoco quiero caer en las llamadas cámaras de eco, donde somos unos pocos dándonos la razón el uno al otro, sin atender a críticas. Por eso me gusta tener conversaciones con personas como Ignacio.

Un placer apoyarte, considero que haces un muy buen trabajo en explorar temas complejos de los que no se escucha mucho a día de hoy, y encima con una mirada que creo que con el tiempo ha ido perdiendo fuerza y reconocimiento.

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Hola. Voy a hacer un poco de mosca cojonera, si os parece bien.

1) Desde luego que el mundo está mucho mejor que hace 100 años. Pero a) ¿no será porque se ha luchado por ello? Que los niños no trabajen en las minas -en Europa- no fue una consecuencia vegetativa y graciosa del sistema, sino porque hubo un movimiento social que corrigió esa aberración. La prueba es que los niños trabajan en las minas en África. b) siguiendo ese mismo razonamiento, es necesario seguir luchando para que las cosas sigan mejorando. En Occidente y en todas partes. Supongo que ahí, todos de acuerdo.

2) Sobre el papel del Estado. Si vivimos el mejor de los mundos posibles (como decía Leibniz) y nunca hemos estado mejor, ahora que el Estado interviene más que nunca, ¿no será que es gracias a él? Ya lo sé, esto es un sofisma. Pero enunciar que el mundo es mejor con menos Estado también lo es. De hecho la mayor época de prosperidad de Occidente no se corresponde, en términos de crecimiento, con la de Reagan y Thatcher, sino con los años 60, donde los tipos marginales impositivos del equivalente al IRPF en EEUU eran del... 90%. Vale, esto sigue siendo un sofisma. Creo que lo que hace falta es MEJOR Estado. Comprendo que las experiencias de países en Iberoamérica con el Estado (peronismo, Venezuela) son nefastas, y eso es innegable. Pero hay ejemplos contrarios en Europa. No juzguemos al todo por la parte.

3) Y finalmente: la degeneración de la democracia se debe a la degeneración de la economía. Por supuesto que todo va de la mano. Pero es que la libertad económica para los pequeños actores está desapareciendo... porque el Estado se ha dedicado a resolver los problemas de los grandes actores, despreciendo a los contribuyentes, que ya hemos pagado el salvamento de los bancos con impuestos, y ahora, con la inflación, la emisión masiva de moneda que lo acompañó.

Así que, como siempre, me quedo en un término medio. Y lo más gracioso es que todo esto pende de un hilo: el 5 de noviembre, como dice Timothy Garton Ash, puede que el precio de los alimentos en Wisconsin y Filadelfia decidan el destino de EE.UU y con él, del mundo. Vaya broma.

La verdad es que el asunto merece un chat. Gracias por dejarme polemizar.

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Buenas noches Ignacio!

Te sorprendería saber que estoy de acuerdo con gran parte de los puntos que señalas. Tal vez no en su totalidad, pero creo que estás agregando matices que son importantes. También quiero que sepas que, mientras escribía el artículo, revisé algunos de los comentarios que habías hecho en Notes, para tomar en cuenta la perspectiva de alguien que piensa distinto sobre algunas cuestiones.

Mi primer borrador era bastante más largo e incluía más argumentos (algunos inspirados directamente en tus aportes), pero como vivimos en la edad del deficit de atención, decidí acortarlo. Solo quería que lo sepas.

Con respecto al punto 1) nada que agregar. La economía y la sociedad van de la mano, y si se produce un cambio social, es entendible que eso se pueda trasladar al sector productivo. Y tenemos que estar agradecidos por ello. También creo que, como indica Menez en su comentario y es la intención de mi artículo, es importante no caer en la complacencia. Tan solo apreciar la singularidad del momento.

Con respecto al punto 2, he tratado de dar a entender que lo que yo propongo es una creencia basada en mi visión del mundo, y me parece que los tres estaríamos de acuerdo con que se necesita un mejor Estado, la cuestión es cómo se vería ese mejor Estado. Yo propongo uno muy delimitado a ciertas funciones puntuales, y no pretendo adjudicarte palabras que no dijiste pero asumo que prefieres un Estado con mayor presencia.

Ahora, con respecto a si un Estado intervencionista puede asegurar una mejor vida, me parece que hay argumentos a favor y en contra de ello. Tal y como señalaste, hay países en Europa con estados intervencionistas, con muy buena calidad de vida y economías sólidas, como pueden ser los países nórdicos. Pero lo mismo hay ejemplos de países con Estados que intervienen poco, como Suiza o la República Checa. Lo que si tienen en común todos ellos, es que otorgan mucha libertad al emprendimiento económico, y esto lo conecto con el punto final.

Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión con respecto a la degeneración de la democracia. El Estado, como ente controlado por personas con intereses particulares pero con poder legislativo, ha ido desarrollando políticas y leyes corporativistas que han degradado la libertad económica de los pequeños actores, disminuyendo su capacidad de competencia y consecuentemente su capacidad de crecer. Es en estos puntos donde me inclino a desconfiar del Estado, pero una vez más, es un tema de opinión.

En fin, muchísimas gracias por comentar y aportar una visión algo diferente. Estaba esperando tu comentario, y me disculpo si no le hice justicia a tus aportes.

¡Un abrazo grande y viva México cabrones!

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oct 17Gustado por Lucas Heili

Hola Ignacio, lo primero de todo gracias por abrir el debate. Por alusiones responderé (ten en cuenta que obviaré las partes en las que estoy de acuerdo contigo para no alargar mucho el texto).

Primero, cuidado con los tipos marginales impositivos. Lo cierto es que a pesar de ser del 90% (para salarios superiores a 200.000$ aprox, es decir para los ricos), el tipo efectivo que pagaban las personas ricas era más bajo debido a numerosas deducciones y exenciones. Hablando de la clase media, la carga fiscal ha disminuido a día de hoy, aunque no proporcionalmente tanto como para las clases ricas eso si. En los países europeos la carga fiscal ha aumentado considerablemente. En los años 60 tenías países con un 20% (España) o un 30% (Francia) sobre el PIB, mientras que a día de hoy estamos en porcentajes superiores al 40%. Pero vayamos más allá. Tema de la deuda, teníamos un porcentaje de deuda sobre el PIB en los años 60 en EEUU del 35% de media y en los países europeos igual, mientras ahora estamos con una deuda en EEUU superior a 120% y en Europa de 90% de media.

Y como decía David Ricardo, la deuda no es más que impuestos futuros. Un problema que ya ha desatado crisis en Latinoamérica, y en la UE la década pasada, y que seguramente sea el problema más acuciante cuando acabemos con la inflación. Y no solo eso, miren Japón, con una deuda del 250% del PIB, donde el Banco Central no puede hacer casi nada para estimular la economía.

Esto a nivel macro, pero pongamos el foco a nivel micro. Los impuestos generan distorsiones en los mercados, provocando pérdidas de eficiencia y resultados subóptimos. Además, los impuestos inciden como demostró Keynes en la propensión marginal a consumir y a ahorrar, alterando las decisiones de compra. ¿Y que pasa con la deuda? Bueno, Edmund Phelps en sus trabajos (tenía pensado hablar sobre esto en un post) demuestra como la deuda creciente disminuye la tasa de ahorro (también los impuestos ojo), y por tanto la de inversión, lo que ralentiza en el largo plazo el crecimiento económico. Una deuda que no nos olvidemos, mediante el QE ha sido financiada por el BCE, con emisión monetaria en perjuicio de los que sufrimos la inflación ahora.

Dónde quiero ir a parar con todo esto? Desde los años 60 el peso del gasto público en el PIB ha crecido considerablemente. No solo por el aumento del Estado de bienestar, sino por una mayor planificación económica. En los años 60 se dio un periodo de crecimiento sostenido, apoyado esencialmente en la teoría keynesiana, pero que acabó con 2 crisis del petróleo con una inflación brutal y una importante pérdida del poder adquisitivo. De ahí la revolución neoliberal (de revolución tiene más el nombre que otra cosa). Desde entonces, el Estado ha crecido considerablemente, absorbe muchos recursos que no van al sector privado, y la planificación económica es cada vez mayor. Se pagan más impuestos en término medio si (claramente en Europa por lo menos), pero la deuda pública (impuestos diferidos) ha crecido exponencialmente. Necesitamos mejor Estado si, pero también creo que el Estado debe retirarse en ciertos ámbitos. Entiendo que está justificado que en algunos casos entre a intervenir la economía, con leyes antimonopolio, cobertura sanitaria, monopolios naturales o determinados bienes públicos. O en crisis económicas donde la política fiscal expansiva sea recomendable (como en el Covid). Pero es hora de pensar que no puede entrar en todo, que ya no solo es un problema a nivel económico, sino que también es un riesgo para los individuos que tienen el derecho de decidir que hacen con lo que con su esfuerzo han ganado.

PD: Creo que la degeneración de la economía es más un síntoma de la degeneración de la democracia. Al final, peores políticos dictan malas políticas económicas. Y las instituciones políticas deben velar por instituciones económicas inclusivas que promuevan la prosperidad y el desarrollo económico (la postura de los premios Nobel de este año).

PD2: Es necesario hacer un matiz de los países nórdicos. Normalmente se ponen de ejemplo como países que funcionan bien con muchos impuestos. Pero estos impuestos recaen fundamentalmente sobre el trabajo (irpf) y sobre el consumo para mantener un Estado de bienestar extenso. En cambio, no inciden tanto sobre la empresa o sobre el ahorrador. De hecho, en algunos el IS es más bajo que en España, o no existe impuesto de patrimonio o de sucesiones/donaciones. Por tanto, no lastran la tasa de ahorro lo que favorece la inversión y el emprendimiento, y en última instancia el crecimiento económico. Además, tienen una deuda sobre el PIB baja.

Gracias por dejarme hacer de abogado del diablo, aunque me he enrollado hay más cosas en las que estoy de acuerdo :)

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En efecto, tenemos visiones diferentes. Pero es bueno contrastarlas sin tirarnos sartenes a la cabeza. Esto es lo bueno que tiene substack. Fanáticos abstenerse.

Recomiendo la lectura de "El Estado emprendedor" de Mariana Mazzucato. Saludos y hasta el próximo intercambio.

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oct 18Gustado por Lucas Heili

Esa foto es La puerta de la fuerza, en Sepúlveda!

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Así es Leire! un hermoso pueblo y un paseo que disfruté muchísimo.

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oct 18Gustado por Lucas Heili

Gran reflexión, Lucas. Un elemento fatal que determina que hoy nos sintamos como si estuviésemos a punto de saltar por los aires es el exceso de información. Vivimos sometidos a tal nivel de noticias apocalípticas que el inconsciente, de algún modo, vive en alerta. Desde hace años, muchos años, es encender cualquier pantalla y tener que esquivar multitud de noticias gravísimas, duras y desagradables. "Esto está peor que nunca" es una respuesta lógica, aunque el día de hoy no se parezca, ni de lejos, a los peores momentos de la Historia.

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Muchas gracias Edu.

Así es, vivimos intoxicados por malas noticias, cuando en el día a día resulta ser mucho menos dramático de lo que nos pintan.

Un saludo, amigo!

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Nueva por aquí, sin embargo ya puedo decir que tu newsletter es de mis favoritas. Gracias.

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¡Muchísimas gracias por tu comentario Lourdes! me alegraste el día. Un abrazo.

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Totalmente de acuerdo con tu reflexión. Me has ganado como suscriptora.

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