Me ha encantado lo que comentas de que cada vez se te pasan más rápidos los años porque tienes más referencias del paso del tiempo. Es tremendo y es verdad. De hecho, si le preguntas a personas bastante más mayores, suelen responder con esa mirada de "yo hace un rato era más joven que tú, y no sé qué ha pasado". Me entristece un poco, porque además también lo siento ya, y tan solo estoy un poco más allá de los treinta. Bonita reflexión, Lucas. Abrazo.
Todavía queda mucho! Pero creo que lo más importante con respecto al paso del tiempo, es aprender a apreciarlo justamente por lo efímero que es. Lo poco que dura hace que cada momento dea justamente más valioso.
En cuanto voy creciendo, aprendo a disfrutarlo un poco más. Los colores del otoño, el ritmo de la vida un poco más activo pero acogedor al mismo tiempo.
Sigo prefiriendo la primavera, porque en general se me hace más alegre, pero probablemente un asmático no te diría lo mismo.
De todas formas, no hay nada escrito, y es cuestión de como decidimos apreciar cada época del año.
Llevo años sintiendo que se había cometido una traición contra mí (no sé quién la cometió, creo que ese fantasma que es el "sistema") al ver que los veranos habían dejado de ser todo lo largos y deliciosos que eran cuando era pequeña. ¿Por qué deberíamos contentarnos con vacaciones tan cortas, veranos tan precipitados? Este año, por primera vez desde hace más de diez, he sentido el verano de otra manera. No he tenido el reglamentario mes de vacaciones porque vivimos "on the move", de voluntariado en voluntariado y tomándonos pausas cuando y como queremos (que acaban siendo menos de las que necesitamos, pero eso pensamos arreglarlo con la práctica). La libertad que nos daba el largo verano de la infancia es algo que hemos dejado que nos arrebataran y que deberíamos recuperar de alguna manera, aun no sé cómo. No creo que deba ser el curso natural de la vida. Un abrazo y gracias por escribir, me ha encantado el post! 😍 M.
Que hayas encontrado una manera de volver a sentir esos veranos como hace tiempo es muy especial. No descarto la posibilidad de que el motivo por el que nos sintamos así sea más resultado de las circunstancias en las que cada uno de nosotros nos colocamos, y el cambiar la perspectiva pueda cambiar nuestra experiencia.
Aún así, no puedo dejar de pensar que en cierta manera, es natural que al envejecer el tiempo se nos haga más rápido. Independientemente, no creo que tengamos una manera de saberlo con certeza.
Me ha encantado lo que comentas de que cada vez se te pasan más rápidos los años porque tienes más referencias del paso del tiempo. Es tremendo y es verdad. De hecho, si le preguntas a personas bastante más mayores, suelen responder con esa mirada de "yo hace un rato era más joven que tú, y no sé qué ha pasado". Me entristece un poco, porque además también lo siento ya, y tan solo estoy un poco más allá de los treinta. Bonita reflexión, Lucas. Abrazo.
Todavía queda mucho! Pero creo que lo más importante con respecto al paso del tiempo, es aprender a apreciarlo justamente por lo efímero que es. Lo poco que dura hace que cada momento dea justamente más valioso.
Un abrazo Edu. Nos leemos.
El otoño es de mis épocas favoritas.
El clima mejora radicalmente: ni frío, ni calor.
El rush de cumplir metas se esfumó.
El trabajo se relaja.
Las personas están de mejor humor.
La luna se manifiesta con un mayor tamaño y un color precioso.
Los árboles se ponen muy bonitos.
Y Starbucks empieza a vender un Pumpkin Latte, que lo único que tiene de calabaza es el nombre.
En cuanto voy creciendo, aprendo a disfrutarlo un poco más. Los colores del otoño, el ritmo de la vida un poco más activo pero acogedor al mismo tiempo.
Sigo prefiriendo la primavera, porque en general se me hace más alegre, pero probablemente un asmático no te diría lo mismo.
De todas formas, no hay nada escrito, y es cuestión de como decidimos apreciar cada época del año.
Llevo años sintiendo que se había cometido una traición contra mí (no sé quién la cometió, creo que ese fantasma que es el "sistema") al ver que los veranos habían dejado de ser todo lo largos y deliciosos que eran cuando era pequeña. ¿Por qué deberíamos contentarnos con vacaciones tan cortas, veranos tan precipitados? Este año, por primera vez desde hace más de diez, he sentido el verano de otra manera. No he tenido el reglamentario mes de vacaciones porque vivimos "on the move", de voluntariado en voluntariado y tomándonos pausas cuando y como queremos (que acaban siendo menos de las que necesitamos, pero eso pensamos arreglarlo con la práctica). La libertad que nos daba el largo verano de la infancia es algo que hemos dejado que nos arrebataran y que deberíamos recuperar de alguna manera, aun no sé cómo. No creo que deba ser el curso natural de la vida. Un abrazo y gracias por escribir, me ha encantado el post! 😍 M.
Pues me alegro mucho Marta!
Que hayas encontrado una manera de volver a sentir esos veranos como hace tiempo es muy especial. No descarto la posibilidad de que el motivo por el que nos sintamos así sea más resultado de las circunstancias en las que cada uno de nosotros nos colocamos, y el cambiar la perspectiva pueda cambiar nuestra experiencia.
Aún así, no puedo dejar de pensar que en cierta manera, es natural que al envejecer el tiempo se nos haga más rápido. Independientemente, no creo que tengamos una manera de saberlo con certeza.
Un abrazo muy grande. Nos leemos.